Cómo optimizar la quema de grasa: Tasa metabólica y ritmo cardíaco
Trabajar con el objetivo de optimizar la quema de grasa tiene dos requisitos primordiales: la tasa metabólica y el número y tamaño de los grupos musculares al hacer ejercicio.
Tu tasa metabólica para la quema de grasa
Es el número de latidos del corazón por minuto junto con la longitud de tiempo que tu ritmo cardíaco se mantiene en ese nivel, y es el componente clave en la determinación de la cantidad de grasa que quemas durante un entrenamiento. La intensidad con la que se hace ejercicio es casi más importante que los ejercicios que haces.
Dicho esto, mientras más músculos y grupos musculares grandes hagas, mayor es su tasa metabólica.
Frecuencia cardíaca y esfuerzo máximo
Paso 1
Pico de la frecuencia cardíaca con ejercicios de ráfagas cortas y entrenamiento de alta intensidad. Aumenta tu ritmo cardíaco hasta el punto que respiras rápidamente y sudas casi constantemente. Empuja tu cuerpo a un esfuerzo máximo. Haz tu lucha con el cuerpo para conseguir sangre oxigenada a los músculos.
Paso 2
Después de que tu cuerpo sufra el esfuerzo máximo, luego se recuperara con un ejercicio mínimo para desestresarlo. Mantente en movimiento, y evita detenerte. Maximizar tu ritmo cardíaco, y luego dejarlo caer a un ritmo constante mientras caminas, por ejemplo, recuperar con un ejercicio de ritmo lento que le permita a tu corazón mantenerse mas lento, pero mantener tu metabolismo activo para quemar grasa.
Paso 3
Reducir al mínimo el tiempo entre la alta intensidad fija. Mantén tu cuerpo destacando en todo el entrenamiento para que este constantemente quemando grasa. Evita proporcionar a tu cuerpo el tiempo suficiente para que el corazón no pueda llegar a un ritmo constante. Mantén tu ritmo cardíaco elevado hacia el esfuerzo máximo o deja caer mientras te recuperas.
Paso 4
Trabaja grandes grupos musculares con cada ejercicio, trabajando dos o tres grandes grupos musculares cada entreno es la mejor manera de aumentar tu tasa metabólica debido a que tu corazón se ve obligado a tratar de conseguir el oxígeno a todos ellos al mismo tiempo. Por ejemplo, hacer sentadillas, peso muerto, o press de pierna para trabajar los cuádriceps, gemelos, isquiotibiales y glúteos o hacer press de banca, flexiones . etc…
Todo esto complementado con una gran alimentación y un régimen donde dominen las proteínas, grasas buenas y verduras y hortalizas, conseguirás despegarte de la grasa que tanto odias.